Finlandia, el país que se había convertido en paradigma de la educación eficiente, pierde terreno en la quinta edición del informe PISA, que evalúa el rendimiento de los estudiantes de 15 años en los países de la OCDE y sus asociados. El alumno aventajado de Europa se ve superado por once países en la prueba de matemáticas, incluso por su vecina Estonia. La ministra de Educación finlandesa, Krista Kiuru, ha alertado del “alarmante deterioro de los resultados” y ha afirmado que en ellos “se observa una desvalorización de la escuela por parte tanto de los alumnos como de la sociedad en su conjunto”.
En 2003, las matemáticas se convirtieron por primera vez en la principal área de estudio. Finlandia ocupó entonces el primer lugar, con 544 puntos de 600. En la presente edición, el país nórdico ha caído hasta el duodécimo lugar y ha perdido 25 puntos, que equivaldría a un retraso de medio año escolar. También ha sido relegado en comprensión lectora –del tercer lugar, en 2009, pasa a la sexta posición- y en ciencias –del segundo puesto, al quinto- .
Con cara de circunstancias, la ministra ha indicado que los parámetros de la sociedad han cambiado y la escuela ya no es la única fuente donde los jóvenes creen obtener su formación. Según Kiuru, todos los estamentos de Finlandia —políticos, sindicales, sociales, económicos y académicos— deben trabajar para el “retorno de la motivación al estudio y al aprendizaje”.
Las claves del éxito del país nórdico en anteriores ediciones del informe PISA radican en el encaje de tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socioculturales. El profesorado desempeña un papel clave. En Finlandia los maestros no tienen que pasar una oposición, como en España, sino que son seleccionados a través de entrevistas personales. “No consideramos que haga falta hacer exámenes a los candidatos a una plaza. Cuando una escuela de un municipio necesita profesores se pone un anuncio en el periódico y se presentan candidatos de todo el país”, aseguró el pasado marzo a EL PAÍS Reijo Laukkanen, profesor de Política Educativa, que fue miembro del Consejo Nacional de Educación finlandés.
Laukkanen afirmó entonces que su educación pone el foco en la forma en la que los alumnos trasladan sus conocimientos a la realidad. Y eso es precisamente lo que mide el informe de la OCDE.