La caída de la tasa de la mortalidad infantil en todo el mundo es seguramente uno de los mayores logros de la humanidad en las últimas décadas (ver gráfico interactivo). Se ha reducido un 47% desde 1990. Y se ha conseguido, en buena medida, gracias a la cooperación internacional, según Unicef, que presenta hoy un informe poniendo en valor la ayuda española y reclamando al Gobierno una reactivación de los fondos que a ella se dedican.
La caída de fondos públicos para el desarrollo es una constante en la mayoría de los países desde que comenzó la crisis. En España, es especialmente pronunciada, con un descenso del 67% entre 2010 y 2012 y con una nueva reducción en ciernes: los Presupuestos Generales del Estado para 2014 recortan otro 6,5% con respecto al ejercicio anterior. El porcentaje de Renta Nacional Bruta destinada a esta partida se queda en el 0,17%, niveles previos a los años noventa y muy por debajo de la media europea, que se sitúa en el 0,4%.
En su informe, Unicef manifiesta que los logros que se han conseguido hasta el momento pueden quedar en nada con esta deriva. Pone ejemplos concretos de casos de éxito gracias a los fondos destinados a la cooperación, como las intervenciones de nutrición en Mauritania, contra la mortalidad en Bolivia y por la inmunización en Mozambique. Son actuaciones reales con resultados concretos que quieren centrar el debate en las personas, que los ciudadanos no se queden con los fríos porcentajes.
“La ayuda al desarrollo sigue representando más del 60% del gasto público en 43 de los países más pobres. En 1990, el número de países dependientes de la ayuda era más del doble, lo cual demuestra lo positivo del avance logrado hasta ahora, pero también la necesidad de seguir avanzando”, reza el informe titulado Ahora no podemos parar - Razones para reconstruir la cooperación española.
Unicef Comité Español pide al Gobierno recuperar la capacidad presupuestaria para situarse en el nivel medio de la UE, establecer una estrategia para concienciar a la sociedad sobre la importancia de este esfuerzo económico y reivindicar el valor ético y práctico de estas actuaciones.