La sociedad estatal Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el consorcio de constructoras del Grupo Unidos por el Canal (GUPC) lograron este miércoles por la noche un prearreglo a la crisis financiera que desde el 5 de febrero pasado paralizó las obras de ampliación de la vía interoceánica. GUPC se comprometió a reanudar los trabajos este 20 de febrero, reveló la ACP a EL PAÍS.
En un pequeño informe con los términos básicos del prearreglo entre las dos partes, la Autoridad precisó que GUPC -compuesto por las empresas Sacyr Vallehermoso, de España, Impregilo, de Italia, Jan de Nul, de Bélgica, y Constructora Urbana, de Panamá- “aceptó el llamado reiterado de la ACP y se comprometió esta noche (de miércoles) a reiniciar” el jueves “la construcción del tercer juego de esclusas”, parte central de las labores para expandir la ruta acuática.
“Tan pronto sean reiniciados los trabajos”, la ACP “remitirá” a GUPC un total de 36,8 millones de dólares “correspondientes a trabajos facturados de diciembre, con el objetivo de que los trabajadores de GUPC cobren su quincena pendiente, y además se haga frente a otras obligaciones con proveedores”, agregó el informe.
“Adicionalmente, las partes se dieron al menos 72 horas para acordar puntos sobre fechas de entregas de las compuertas, cronograma de ejecución, calendario de repago de moratoria y otros aspectos claves en el desarrollo del proyecto”, precisó.
“Las decisiones de las partes se dieron hoy (miércoles) durante conversaciones telefónicas entre la ACP” y los jerarcas ejecutivos “de las empresas que componen el consorcio”, puntualizó. “Sin embargo, todavía existen algunos temas en los que no se ha logrado concordancia”, advirtió.
Tras meses de diferendos bilaterales, el desencuentro financiero estalló el 1 de enero, cuando GUPC anunció -y la ACP rechazó- que el 20 de enero suspendería los trabajos si la agencia estatal se negaba a pagarle 1.600 millones de dólares que le faltan en sus flujos de caja por gastos adiciones imprevistos en la construcción de las esclusas para expandir la ruta.
En el fragor de las negociaciones, el GUPC alegó que el problema de caja le impedía proseguir con sus tareas, pero la Autoridad replicó que los gastos adicionales carecían de sustento.
Aunque el plazo del 20 de enero se cumplió sin acuerdo, ACP y GUPC siguieron negociando con un límite al 31 del mes anterior que corrieron al 4 de febrero. Las conversaciones concluyeron la noche del 4 de febrero sin arreglo y, al día siguiente, el Grupo suspendió las obras en las esclusas, trecho principal de la ampliación, que empezó en 2007 con un presupuesto de 5.250 millones de dólares.
Panamá ha anticipado que la expansión concluirá en diciembre de 2015 y ya no en junio de ese año, con un retraso de seis meses por el impacto de la suspensión de los trabajos desde el 5 de febrero. La ACP pronosticó que sufrirá un “lucro cesante” de más de 95 millones de dólares, porque durante seis meses no podrá utilizar las dos esclusas que, desde 2009, empezaron a ser construidas por GUPC en los litorales panameños en el Atlántico y en el Pacífico.
Tras ganar en 2009 la licitación para edificar las esclusas de la expansión canalera, con una oferta de 3.118 millones de dólares, y firmar un contrato ese mismo año para iniciar las labores, el consorcio se comprometió a concluirlas en octubre de 2014. Pero en 2012 surgieron los primeros retrasos y el plazo se alargó a junio de 2015.
El retraso hará que Panamá no pueda ofrecer y vender los servicios de las nuevas esclusas a los clientes y demás usuarios que disponen de buques de mayor tamaño que los que actualmente pueden transitar por la ruta inaugurada en 1914 por Estados Unidos, que empezó a construirla en 1904. La vía y sus zonas aledañas, que inicialmente fueron asumidas con un control a perpetuidad de Washington, fueron entregadas a la plena soberanía de Panamá el 31 de diciembre de 1999.
Pese a la crisis, las viejas esclusas del paso centenario han seguido operando con total normalidad.