Primero fue la formalización de nuevas operaciones de préstamo a las empresas. El volumen de los nuevos créditos, aún muy bajo, empieza a ser mayor que el de un año atrás: en diciembre de 2013, se otorgaron 43.853 millones, un 7% más que en el mismo mes de 2012. En el inicio de este año, lo que ha aumentado, aunque sea de forma mínima y solo en comparación con el mes precedente, es el saldo de crédito vivo concedido por la banca española a las compañías. En enero, ese saldo asciende a 647.104 millones de euros, un 0,03% más que en diciembre de 2013, según precisó este lunes el Banco de España.
Es la primera vez en casi cuatro años que el volumen de préstamos en vigor otorgado por la banca española a las empresas crece respecto al mes precedente. Es otro indicio de que las enormes dificultades que afrontan la mayoría de las sociedades cuando piden un crédito empiezan a aflojar. Pero está por ver que este repunte mensual se consolide. Y queda todavía mucho camino por delante hasta que la comparación anual arroje datos positivos. Con relación al inicio de 2013, el saldo del crédito concedido por la banca española es un 11% inferior, aunque las tasas anuales negativas se moderan mes a mes.
Préstamos hipotecarios
En total, incluida la emisión de títulos y los prestamos concedidos por entidades extranjeras, el crédito vivo a compañías no financieras ascendió a 1,07 billones, un volumen también ligeramente superior al de diciembre. La deuda de las empresas se estabiliza así en el 104,7% del PIB, cuando a finales de 2010 esa proporción rozaba el 125%.
Si el proceso de desendeudamiento de las empresas (o de reducción de crédito por la banca) empieza a dar señales de que está llegando a su fin, no ocurre lo mismo en la financiación a las familias. Con buena parte de la deuda vinculada a los préstamos hipotecarios, a largo plazo, y con los precios inmobiliarios aún a la baja, el desapalancamiento de los hogares es más lento y progresivo, pero los datos siguen sin anticipar un final. Además, el crédito al consumo de las familias, mucho más variable, no deja de deteriorarse: en enero, fue un 9% inferior al del arranque de 2013. El descenso anual del crédito hipotecario se queda en el 4,7%, mientras la deuda total de las familias llega a 781.487 millones, un 77% del PIB.